Cruz.
Oscurana y luz de vela en el solar. Frío de montaña y calor de cuerpos semi-desnudos, fervientes. Flores recién cortadas adornando el madero. Blanquiamarillo de fuego y luna, y una voz ronca y filosa que rompe el silencio de la noche...
Sacá la cruz, mi María,
Sacá la cruz, mi María
Ponla en el patio ligero...
Loooo jé ...
Tensión en el aire, tensión en los hombros, tensión en los cueros, tensión de sangre que espera impaciente la hora de conectarse con la fibra ancestral del tronco hueco, mágico, sacro, misterioso....
...pa pedirle un agüacero,
Ay, que morimos de sequía....
Brisa que sopla esperanzando al campo, campo que cruje angustioso y sediento, mirada taciturna que venera con fe, campesino añorando la gota paridora que allá, a lo lejos, casi se deja ver. Lluvia.
...Arbol Mayor rogativa
Árbol Mayor rogativa,
Por tu enramada fecunda...
Cruz árbol - árbol cruz. Continente dormido despierto lánguido sordo mudo explosivo lejano. Continente imponente impostor impetuoso, solvente universal de razas, raza, todas, muchas, una... árbol indio - cruz cristo - calor negro - todo uno - uno todo... simbiosis matria incrustada en la tierra...
Por tu enramada fecunda
Los campos se vuelven flores
Y los frutos dan la vida...
Y cae una gota que revienta el dolor y con ella cae la mano fuerte y negra. Tacaplá tacaplá de mil manos retumbando sobre los cueros, coro mestizo frente al templo sagrado. Corre el clavel despertando las voces y lo loé lo loá de Fulía contenta y éste y aquel improvisando versos mientras en el fogón las viejas cuecen agua, verduras, carne, gallina de patio y religiosa Fe.
Y así va llegando un alba rosada y gris, cargada del agua bendita que la Cruz clama ante el Supremo y todos sus Santos. Así se apagan las manos y los cantos, y se alejan con el primer rayo de sol –que hay trabajo, que hay que ablandar la tierra pa´que chupe el agua de Mayo... que esta cosecha va a ser grande y buena- y el campesino se va silbando por el camino terroso, y la deja ahí, bonita, florida y olorosa como Mayo, como la tierra mojada y fecunda, como la vida que le nace y le crece, feliz, voraz, selvática...
¡Salve!, ¡Cruz Bendita!.
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