Estoy dado hoy, en este mes caluroso de presencias, a la tarea interminable de generar un recuerdo adelantado de tu rostro, limpio mientras me mira si duermo un poco, cuando a ojos abiertos te digo que estoy loco, y tú te me quedas viendo completamente extrañada.
Quiero generar una visión de tu rostro enamorado, y la pintura al óleo de un suspiro que se cristalice con tu forma, pero debo acordarme de cosas que sé deseo por adelantado, de esas cosas que sé de ti o puedo imaginarme, en tu nombre cuando te espero a que de vuelta el calendario.
Me pongo a pensar, y pienso tus manos, y tus dientes juguetones, y tu cabello en chongo dejando descubierto tu hermoso cuello, como sabes ahora tanto me gusta verlo, y tengo en la mente la imagen de tus piernas de bailarina, y tu cuerpo delgado que está frente a mí, mientras te tomo por la cintura, breve a mi contacto dispuesta.
Antes de que ocurra nada, quiero estremecerte y cada trazo de mis sueños locos vagabundos, cerrar los ojos sintiendo tu aliento cerca mío para quedarme nuevamente con el aroma de tu piel, y al escuchar tus pasos volver la cara sentirme apenado por haberte deseado antes de tiempo.
Construyo por tu causa una quimera que lleve tu nombre, forma y causa, y levemente te conjuro a cada instante en que te tenga en mente, sabes lo que por ti siento y no hay consideraciones ni límites al respecto, pero también conocer la cierta imposibilidad de alcanzarnos hasta que estas situaciones desaparezcan, es parte de este encuentro.
Prudencia que limite los encuentros en que deseo devorarte pero me alegro de no hacerlo, marca mi cercanía en el desencuentro de no mostrarme completo, y mientras tanto me permito darme el lujo de sentir tu cuerpo, donde nadie nos pueda mirar, para que cuando despierte, me acuerde de cada cosa tan sólo con volverte a mirar.
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