Dos pesos de agua

Soplo del firmamento
por las cuerdas
quiere salir, quiere brotar
con la pasión
de verte sobre mi pecho
en una canción.

Mi cabeza trabaja
piensa y no encuentra
quien sea amable y la comprenda
que sea alma sola
y nada de riendas.

Arrugas en las palabras
sequedad en la boca
rubores incontenibles
pasión inentendible
es la que mi corazón convoca.

Perfiles astrales
lluvia torrencial en invierno
descansa pecho recio
que ya crecerá el río.

Adormecimiento del alma
dulzura mía
quiero reír, quiero llorar
con mis fuerzas y mis enojos
rompiendo barreras y cerrojos
dame un beso y verás mis ojos.

Hoy te busco y no estás
quiero sentirte y no puedo
si tan sólo pudiera
tocarte con mis dedos.

Mis ansias de estar contigo
compran lo que conozco
si quieren saber de ellas
imagínate un edificio torcido.

Vendaval de ganas
rogar de ausencias
besos y te quieros por querencia
dormir el mismo sueño
sólo por ver tu presencia.

Quejas de mi alma amante
dolores de su pedir furioso
de tener tantas ganas
y no poder estar contigo,
y no poder acariciarte
y es que no tenerte aquí
me duele el sombrero,
me pincha la sombra
me dobla el corazón.

Mi dulzura hermosa
no me duelas más
que este pecho es sincero
y no echa pie atrás
en su dolor
de no poder sentir ni tocar
el poema de tu andar.

Déjalo volar otra vez
alguna otra vez
y verás que el dolor no es más
que el no tenerte aquí
que el no pensar en ti;
y el no poderte sentir
me quiebra el vivir
destruyendo la pasión.

Pienso en tus mejillas candores,
en tus ojos y en tus labios
en los días soleados y en las noches
de aquellos años de amores,
de pasiones y deseos incontrolables.