Hola, Sentí un deseo enorme de saludarte, de platicar contigo, quizá de llamarte y escuchar tu voz … tome el teléfono para marcarte pero me quede pensando en que no se si lo que callas es lo que mas se extraña o lo que hablas se hace mas fuerte, solo se que te extraño, que seria hermoso poder compartir charlas contigo, contarnos lo que nos ha sucedido o simplemente compartir juntos esta tarde lluviosa
Se me hace extraño escribirte ahora aunque no he dejado de hacerlo en esa libreta que es testigo de lo que pienso y siento. Sigo anhelando poder verte a los ojos y sincerarme contigo, confesar lo que siento y que he descubierto… y entre otras cosas he descubierto que tengo mucho por contarte y que escribo para no olvidar y poder hacerlo cuando sea el tiempo adecuado, y me pregunto ¿De donde a donde se miden las distancias? De donde a donde se terminan los sueños y se convierten en realidades, de cuando a este tiempo tuve tus manos y deje de tenerlas, cuando puedo empezar a controlar las palabras y callar…o cuando a olvidar?
Sinceramente solo quería saludarte pero me traiciono el corazón…