El posado

--Estoy cansada. ¿Terminas ya?. Este vestido me da calor y el agua del lago me invita para refrescarme.

--No seas impaciente, ya no queda mucho de tu figura, pronto podrás irte mientras yo termino.

En un momento de aburrimiento el pañuelo que sujeta su mano cae al agua.

--¿Pero porque no tienes cuidado? Tendré que ir a buscar otro, no te vayas que queda muy poco.

Manuel se va hacia el coche molesto por el retraso que producirá el buscar otro pañuelo.

Marina se queda fastidiada mirando el lago, no tenia que haber aceptado el posado, esta aburrida. Ella lo que quería era un fin de semana romántico con Manuel y se lo ha pasado vestida de forma ridícula mirando al frente.

Un barquero se acerca parándose ante ella.

--Supongo que esto es suyo bella dama. Le muestra el pañuelo con una sonrisa un tanto traviesa producida por la estampa que ven sus ojos.

--Bueno, si… es mió

--¿Puedo preguntar a quien espera esta dulce niña?

Marina le explica que posa para un cuadro.

Manuel se acerca con otro pañuelo y ve la imagen.

--¡Quietos por favor! ¡esto es lo que busco!. Esta emocionado y rápidamente cambia el lienzo comenzando a pintar la escena que sus ojos aprecian.

Barquero y dama se miran mucho rato. Estudian sus rasgos aguantando el posado. Los ojos de ambos hablan en el silencio. Sienten que algo extraño esta ocurriendo. Aguardan mucho tiempo moviéndose lo menos posible mientras Mario emocionado por la escena la plasma en el lienzo.

--¡Lo termine!, grito con júbilo. El cuadro ha quedado precioso.

El desencanto asoma a los ojos de los modelos. Ya se terminó. Se miran largo rato.

--Pero Marina ¿no estabas tan cansada? ¿Qué haces? Ya termine, ya puedes quitarte ese vestido que tanto calor te da y darte un chapuzón, luego lo celebraremos como a ti te guste.

El barquero extiende su mano, ella sin decir nada sube a su lado. Se miran a los ojos.

--¿Dónde quiere ir mi bella dama?

--¿Dónde? Donde este sueño se haga realidad