Apenas dos inhalaciones de mi salbutamol y el polvo ya vuelve a contraer mis bronquios; esto de las mudanzas es un fastidio, si no fuera porque esta vida es una mudanza progresiva, renunciaría. Cada vez falta menos son solo algunas cajas de esas que están detrás de lo útil y que no se habían movido desde que llegue en la mudanza previa.
Son apenas dos cajas de calzado, una es la de mis viejas botas de gamuza, que solo use dos veces porque me las vomite en mi viaje a San Luis, inútil es decir que esta cubierta de polvo; Valiente inhalo otra vez el spray y abro la caja. Al abrirla el polvo se dispersa alegremente y siento como viaja a través de mi nariz hacia el fondo de mis pulmones, pero esta vez no me siento sin aire, mas bien, es como una bocanada fresca, cuando al levantar la tapa veo tu rostro en aquella vieja foto del juego del campeonato en el 98, estabas ahí entusiasmada como yo, que recuerdos, debajo las cartas que escribí luego que te fuiste y jamás te entregue. Un solo momento de paz. Vuelvo a sentir este maldito espasmo y me lanza al hoy.
Una caja de recuerdos abrió la caja de mi mente, donde se sigue procesando cuando te fuiste y en portapapeles la pregunta que te hice: aquella noche despues del campeonato donde te dije que te amaba y tu me dijiste que jamas, "¿Jamas es Nunca?"