La piel, cálido paño de distintas tramas, formas, colores y sabores, la piel desnuda sin artificios,piel que recoge las huellas de ayer y de hoy, que cambia con los años, que comunica aún más que estas palabras.
Allí en la intimidad de una habitación, un ucerpo desnudo tendido sobre la cama sin tabú, sin temores dispuesto a iniciar la lenta procesión, dispuesto como el lienzo al óleo, coomo el papel a la pluma, a escuchar, a snetir y a comunicar de distintas maneras con diferentes frecuencias, un estremecimiento, una caricia que exprese más que mil palabras.
Porque negarse a una caricia, porque privarse del roce de otra piel, acallar nuestro tacto despojarnos del gusto de sentir otro cuerpo, otra forma; de recorrer una nueva ruta, porque el temor a seguir explorando descubriendo e inventando porque el temor a tatuar algo más que el pensamiento.
No es malo querer sentir el cuerpo de alguien que nos inspira ese deseo, esa necesidad, es malo no hacerlo, nmo dejar bvolar nuestra imaginación, intentar matar nuestra curiosidad y no darle vid la creatividad, privarse del placer de sentir un torso desnudo, unas manos suaves unos hombros descubiertos, eso también hace parte del amor, de la vida, del conocimiento y del crecimiento.
"Deja que mis dedos corran porlos caminos de tu cuerpo, Es la tempestad de mis sentidos doblegando la selva de mis nervios"
Pablo Neruda, Poema 6 Hondero Entusiasta |