Dame un motivo para estos ojos que buscan en la noche y encajaré la ausencia con la sonrisa que guardo para estas ocasiones.

Llévate el peso que cargo sobre mis hombros para que pueda dar el siguiente paso sin caer.

Llévate este peso que es tu ausencia, y permíteme mirar el sol sin la culpa de quererte, sin la agonía de saber.

Dime una mentira más para borrar de mi alma tantos versos nacidos de una verdad a solas, y luego desaparece sin hacer ruido de estos pasillos con puertas cerradas que recorro a tientas en una casa tomada.

Vuelve cuando pueda creer, cuando no duela tener una esperanza, cuando mi cama esté limpia de tanta pena y tanto miedo a perder.

Vuelve cuando tu piel esté preparada para abrazar la soledad que me envuelve.

Besa mis labios de niña si algún día eres capaz de querer a un corazón roto, besa mis ojos húmedos para que vuelva a sentir la vida en mis manos a pesar del pasado que colma mis huellas.

Tiembla si me quieres ante esta verdad salada y asume la distancia sin contagiarte de nostalgia.

Vive sin vivirme, como yo vivo sin vida en mis ojos.