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La luna de mateo

sentado en su silla, frente a la ventana, Mateo observaba el jardín, se paro para mirar las estrellas, a contemplar aquella majestuosa profundidad, y pensó – que hermoso es el cielo y que bella es la luna, como es que la gente no se detiene a advertir de eso, como es que ignoran algo tan maravillo, tan simple y barato – en ese instante sintió un dolor en su espalda que estremeció sus huesos, cerro los ojos y apretó los diente, hasta que el dolor ceso. Formulando una explicación incierta acerca de aquella horrenda sensación, conformándose así con una mentira conciente mateo siguió mirando el cielo y la luna.
A la mañana siguiente partió hacia su trabajo, como lo hacia todo los días. En el horario del almuerzo, se paro junto a la ventana del pasillo mirando tras ella, rato después un compañero le pregunto:
- ¿que ves? -
- el cielo – contesto Mateo sin quitar la vista de la inmensidad.
- ¿pero que hay de raro en el?-
- nada, tan solo miro el cielo –
- pues yo lo veo como todos los días y aparentemente en el mismo lugar- esbozando una sonrisa de burla, luego le dio una palmadita en el hombro y agrego – vamos Mateo que hay cosas más importantes que hacer-
Mas tarde se encontraba en su oficina pensando - ¿más importante?, ¿más importante es estar sentado frente a una caja llena de cables o mirando un montón de hojas muertas llena de garabatos?- y enseguida volteo a mirar el cielo por la ventana. Al día siguiente su amigo paso junto a la puerto y lo encontró frente a esta otra vez. Así fue también el segundo, tercer, cuarto, y quinto día. Al sexto otro amigo se le acerco pidiendo permiso para entrar.
- adelante-
- ¿que es lo que te anda pasando Mateo? cada vez que pasamos junto a tu puerta te vemos allí parada frente a la ventana mirando la nada-
- el cielo- contesto Mateo- estoy mirando el cielo, que es muy distinto de la nada-
- como sea- contesto su amigo- ¿seguro que te encuentras bien?-
- pues claro, mejor que nunca- apenas termino la frase, Mateo, calló desplomado al suelo, retorciéndose del dolor, su amigo lo asistió y en cuestión de momento se recupero. El compañero insistió en llamar a un medico, pero el se rehusó.
Los días pasaban y Mateo seguía frente a la ventana. Jamás tardaba en entregar sus trabajos, siempre al día y todo en correcto estado. Sin embargo, todos en aquel departamento estaban preocupados, tanto así, que el comentario le llego a su superior. Y este lo mando a llamar.
- ¿que es lo que ocurre Mateo?, tus compañeros me han dicho que pasas horas junto a la ventana con la mirada perdida-
- eso no es cierto- contesto Mateo- lo que observo es el cielo señor gerente-
Este, se quedo mirándolo fijo sin entender bien que significaba aquellas palabras.
- lo mejor que puedo hacer por usted será presentarle a un amigo - y le extendió así, una tarjeta de un Psicólogo. Mateo se echo a reír, luego se paro para correr las cortinas y le pidió a su superior que mirase el cielo que se encontraba del otro lado. El gerente se asomo solo para complacer al loco que se encontraba junto a el.
Ese mismo día le ofrecieron a Mateo que se tomara unas vacaciones y le suplicaron que visitara a un doctor y a un psicólogo, mas de uno ya pensaba en un psiquiatra.
Al llegar la noche, se asomo al jardín, se paro justo en medio y miro hacia arriba. Miraba maravillado, con los ojos llenos de lagrimas, Mateo adoraba la luna, la contemplaba como a un dios, se sentía lleno, completo, y feliz de ver todo el paraíso de estrellas a su alcance. De pronto el dolor que lo había castigado todos aquellos días lo atacaba otra vez, pera en esta ocasión era mas fuerte y agudo. Mateo se arrodillo, sus lagrimas de felicidad pasaron a ser de dolor, tormentoso dolor que le aguijoneaba la espalda. De pronto, de esta, salieron dos bultos, dos miembros justo por debajo de sus hombros que se extendían y crecían mas y mas, de ellos brotaron cientos de plumas formando dos enormes alas como las de un pájaro, como las de una paloma. El dolor se detuvo y mateo se puso de pie, miro fijo la luna y despego de la tierra agitando sus alas, directo... hacia la luna.

Texto agregado el 08-05-2006, y leído por 112 visitantes. (2 votos)


Lectores Opinan
08-05-2006 la sencilles y esplendides del cielo... que bello seria volar a la luna con alas propias...muy bueno ***** sonrisa
 
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