La sangre que antes corría por mis venas,
ahora se esparce por el suelo, el cielo
clama la presencia de un ángel que
un día le dieron esas magnificas alas
para volar lo mas recóndito del universo,
ahora ese ángel yace postrado en la oscuridad
en un abismo sin fondo ¡quiere tocar el suelo!
sabiendo que jamás podrá levantar el vuelo.

Camina con una rosa negra y marchita entre sus dedos,
y de sus ojos brotan lagrimas negras,
lagrimas muertas por el sentido de vivir,
se pierde en el silencio ya no queda nada aquí por hacer,
dio su vida por ser simplemente
la ilusión de un sueño que nunca se hará realidad.

Ese ángel que una preciosa tarde de abril sonrió al leerte,
al pensarte, al mirarte, que jugo con tigo a la locura del amor,
sin sentir un beso, sin percibir una mirada,
sin oler el perfume de tu cabello,
sin poder caer en el abismo de tus brazos, y a pesar de todo
sintió el amor como nunca antes lo había sentido.
Ese ángel hoy abandona la partida, su misión en la tierra ha terminado,
y ahora vuelve donde nadie lo moleste.

Ese ángel vuelve a la nada, de donde nunca debió salir,
atravesar la luz en forma de eternidad
y fundirse con el firmamento,
para formar parte de ti.

Cuando veas al cielo y veas un lucero brillare en el
inmenso mar de estrellas,
sonreirás al ver que siempre tendrás una luz en tu camino
y un ángel que guíe tus pasos.

esto es para ti con todo mi amor,
abandono esta selva y me recojo en la templanza
que me da la anestesia de tu recuerdo.