LA VOLUNTAD DE UN CORAZÓN NOBLE


Lo encontraron tendido en el piso con un hilo de sangre que provenía de su espalda. En su mano derecha, un manuscrito algo manchado de aquel inconfundible color escarlata. Sus ojos entre abiertos permanecían embelezados, como mirando hacia el mar o la curva de la cintura de una bella mujer. En el manuscrito se leía con dificultad:

Cómo el retoño de un árbol, pretendiendo crecer firme, constante y a su tiempo. El espíritu perfeccionado de un hombre noble y valioso germina, subsiste y florece.
Luego estalla y se expande otorgándole haces de luz y esperanza al hombre común.

La claridad de una mente serena, en paz y progresista imprime seguridad, admiración y confianza.

La deslumbrante fuerza que refleja el pensamiento que ha permanecido en contacto con el más cercano estado de pureza del sempiterno ser. Llenará de dicha y gozo el corazón de los hombres, impulsándolos a actuar cómo el agua que hierve a cien grados centígrados y como de la nada suben burbujas de realización. Los deseos del hombre se levantaran cómo espumas hacia la más trascendente acción.

La sabiduría humilde y serena de aquel que mora en si mismo y que ha aprendido que es necesario la refinación de las formas de ser, se convierte en la más sólida y pura herramienta para labrar el sendero propio que ha de recorrer y con él motivar a muchos otros viajeros a consolidar su marcha, su visión y su estancia.

El saber con amor es la llave maestra que abre las mentes y los corazones de los hombres curiosos y creativos que ansían mejores formas de vivir y de estar, para ellos mismos y para los demás.