Eso de no estar casado a una edad ya madura, es realmente un gran problema; un gran problema, pues de sardino, uno ahorraba para comprar las revistas de porno de la droguería. Se conformaba con cualquier culito o vagina con pelos, que lo llegará a excitar. Se metía en el baño y eternamente manuela.
Ahora junior ha cambiado de forma de pensar. Ayer me mostró su última adquisición y es realmente espectacular: chicas, solo chicas españolas, de diez y ocho años en bola y en diferentes poses; realmente interesante y para recrear la vista, absolutamente útil. Claro, que para llegar a descubrir dichas revistas, junior sufrió mucho. El droguero siempre lo engañaba pues le vendía unas revistas demasiado malas, para realmente degenerados y de mal gusto. Una de ellas se llamaba Ébano, y mostraban solo cuchibarbies, negras, feas y gordas, cosa que solo se utilizaba para una vez y después, junior las quemaba.
Ayer, cuando me prestó la revista, yo le propuse que se la cambiaba por dos pirates que había comprado bien caras. Junior no quiso aceptar semejante cambio: la de él, es para mayores de diez y ocho años, en cambio las mías son para mayores de cuarenta años. Tiene razón. Yo estoy engranpado con unas revistas para los que les gusta más, ver orgías, trios, etc, que para aquellos que solo quieren ver jovencitas españolas en bola. Que mala suerte la mía. La próxima vez que vaya a la droguería, me voy a fijar bien en lo que compro, pues no todo lo que brilla es oro…
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