Desde hoy, damas, caballeros y niños, me es grato comunicarles que borraré la palabras, más bien, y para ser más precisa, el concepto "sentir" de mi vocabulario.
De un tiempo a esta parte se ha demostrado, a través de experimentos predeterminados y casualidades imprevistas, que sentir es lo peor que nos puede ocurrir como seres humanos que somos. ¿Para qué sentir la vida sino para reconocer la felicidad al tiempo que el desconsuelo? Por lo mismo, y por razones otrora planteadas que tal vez explique más adelante, es que surgió la idea de SUPRIMIR dicho concepto por medio del destierro. Esto no sólo significa la mención o no de éste por parte de quien les habla, sino también de quienes se dirijan a mi persona.
Cabe señalar que junto con eliminar este concepto, quedan también vetadas todas las palabras relacionadas con él. Es decir: felicidad, dolor, amor, despecho, desamor, odio, etcétera, siendo incluídos los términos físicos asociados a él también, como el dolor de cabeza, el sentirse satisfecho, el placer, éntre otros.
Con esto, y agradeciendo vuestro respeto de antemano, no pretendo truncar vuestras vidas, sino sólo la mía, lo cual no notaré después de que esta cláusula se vuelva efectiva. Al menos ya no me sentiré mal...
Por su atención y colaboración, y volviendo vigente lo anteriormente descrito, se despide atentamente de ustedes su fiel servidora,
Dolores |