Capitulo 5
Los días pasaron, la muerte de Nardo se le adjudicó a un ladrón solitario, y no se habló más del tema. Además de sus primos y del Rey, Nardo no tenía otros parientes pues sus padres habían muerto varios años atrás.
La princesa pasaba los días y las noches encerrada en su habitación, desquitaba su mal humor con los sirvientes, los humillaba una y otra vez. Pero en su corazón Anghye sabía que todos los insultos que brotaban de su boca se dirigían a ella misma. Por momentos se paraba frente a un enorme espejo y le gritaba a su reflejo hasta cansarse. Los sirvientes comenzaron a pensar que la pobre niña por fin había enloquecido.
Quisiera morir, no soy nada, no sirvo para nada, no tiene sentido vivir… -se repetía la princesa para sus adentros.
No debes decir eso mi princesa.
Anghye se levantó de la cama de un salto, su corazón palpitó como nunca antes lo había hecho y miró hacia la ventana con lágrimas en los ojos.
Eres tú Kraos –dijo la princesa sin poder ocultar la emoción de su alma. De inmediato se dirigió hacía la gran ventana de su habitación en donde la figura de un joven enamorado se ocultaba.
Kraos entró en la habitación y de inmediato abrazó a la niña, pero ella tras recobrar su frialdad habitual, se apartó de él. Nuevamente esa mirada de rencor y desprecio brillaba en los ojos de la princesa.
¿Por que has venido? Preguntó Anghye con indiferencia ¿Acaso deseas morir?
Bien sabes que moriría por ti, así como ya he asesinado por salvar tu honor –respondió el muchacho intentando llegar al corazón de la princesa.
Pero ella a pesar de sus sentimientos se mantenía a la defensiva, para Anghye el amor significaba sufrimiento y no estaba dispuesta a sufrir por un hombre.
Debes irte –dijo la princesa –te mataran si te encuentran aquí.
De repente se escucharon golpes en la puerta. La voz de Nohirt, hizo estremecer a los jóvenes en la habitación.
Déjame entrar, hermana –exclamó el príncipe –hay algo importante que debemos discutir.
Vete rápido Kraos, si mi hermano te ve no dudara en asesinarte –por un instante el rostro de la princesa reflejó preocupación.
Saldré de tu habitación pero esperare afuera, tenemos que hablar y no me iré del palacio sin hacerlo.
Anghye conocía perfectamente las intenciones de su hermano pero al ver la firmeza de Kraos sabía que el muchacho no cambiaria de parecer.
Esta bien –dijo la princesa –pero debes prometerme que sin importar lo que escuches, no entraras a mi habitación hasta que mi hermano se halla marchado.
A Kraos le preocupó la petición de la niña, pero ante la insistencia de Nohirt por entrar, decidió acceder. Rápidamente salio por la ventana y permaneció oculto en las sombras.
Anghye abrió la puerta y el príncipe entró alterado, era obvio que Nohirt había bebido demasiado vino. La princesa se acostó en su cama mientras su hermano estaba de pie en silencio.
Tengo mucho sueño querido hermano –dijo la niña –por favor lo que debas decirme puede esperar hasta mañana.
El tiempo corre en mi contra querida hermana –respondió Nohirt mientras se sentaba en la orilla de la cama –es necesario que hagamos algo esta misma noche.
Anghye escuchaba angustiada a su hermano al tiempo que miraba en dirección de la ventana; en dirección a su enamorado.
El príncipe se acostó junto a su hermana y por el exceso de vino no pudo contener el volumen de su voz.
Hay una forma para disolver tu compromiso con Frey –dijo Nohirt –si estas embarazada de otro hombre no podrás casarte con el usurpador.
Un sudor frío recorrió la espalda de la niña, lo que tanto temía estaba apunto de suceder. Lo peor es que Kraos se daría cuenta, y seguramente intervendría como lo hizo en otras ocasiones, pero esta vez salvar a la princesa significaría perder la vida.
Por favor Nohirt, no hagas esto –suplicó Anghye mientras luchaba por alejar a su hermano. Pero el príncipe no estaba dispuesto a detenerse, y siguió tocando a la niña y desgarrando su ropa.
De repente Nohirt sintió una mano en su cuello, fue jalado con fuerza y cayó de la cama. Al reponerse vio a Kraos apuntándole con su arco, y una flecha casi le tocaba la frente.
La escena parecía anunciar un trágico final, pero en realidad era solo el principio de una serie de terribles acontecimientos.
|