Toda lo noche chupando encima de los muertos.
Como si no existieran
los muertos, los muertos.
El tiempo, la vida,
el infinito.
Todo olvidado,
si se puede chupar
encima de los muertos.
Siempre habrá un muerto
hace miles de años
que yace fosilizado
debajo de mis pies.
Muertos milenarios,
hembras y machos
confundiéndose entre piedras,
asfalto, animales, tierra, plantas.
Huesos de los que precedieron
mezclados con el cemento
que construyó mi casa.
Piel y ojos, alimentando la flora
que tejió mis sábanas.
Y las tumbas del cementerio,
tumbas que se usan como mesas,
losetas como destapadores
túmulos como asientos.
Se está profanando una tumba.
Todo lo vivo está lleno de muertos,
y los muertos profanan lo vivo.