A D.I.L.I.
Querida amiga,
querida amante.
Hace tiempo estuve en tus pupilas,
DILI nos confundimos, DILI te conformaste.
Apenas nos conocíamos
y mágicamente de las dos sabíamos.
Hace días junto a mi hombro pensabas,
tomamos café bajo una sombra.
Quizá era sombra de sol
pues quemaba.
Lo breve comenzó hace horas DILI.
Ayer parecíamos una carne,
el gesto de asombro me hizo tuya:
no sé quien poseyó a la una de la otra.
Ayer eras mía DILI,
nadie lo había sido antes,
ni yo era mía.
Y me leíste.
Ayer toqué el infierno, estoy roja,
sangrante, empapada aún de tu rocío.
Será breve el encuentro,
¿qué cosa no es breve, DILI?
Antes desconocida,
ayer mi amiga,
hoy mi amante,
mañana mi asesina...
Leo tu cuerpo DILI, ven.
Llévame al dolor, me gusta tu rosa,
el misterio, tu sabor.
Dije seré breve,
no puedo negarlo DILI
más puede el alma y la carne,
que el divino sexo.
Eres mi amiga DILI,
yo soy tu amante.
Tan breve como orgasmo
repartido en los encuentros.
Carne, muslo,
flores, sombras de colores;
tacones y copas embriagantes.
Soy tu amiga DILI,
eres mi amante,
somos lujuria.
Amigas, amantes,
asesinas cada noche;
breves como la vida,
cortas en nuestro viaje.
Sólo amantes, breves.
Sólo lectura.
Más que carne.
Breve amiga, y breve amante.
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