Mis ganas de vuelta se encuentran con tu nombre,
se fortalecen de pensarte e imaginar un poco, bastante en tí,
me vienen de vuelta con el arrojo, que me mantiene
tan cerca, y tan lejos de estar así.
Mis ganas de vuelta vienen a esperarte a dar con tu nombre,
y empiezan a imaginarte, y te hacen una figura, y te piensan,
como si fueras de verdad, por ello te miro y te recorro,
por eso te admiro y me demoro, en la tregua que me ofrece tu cuerpo.
Formas que alimentan mis ganas, que vuelven si te pienso un poco
y te mastico interminablemente, porque mientras más te pienso,
más y más me vuelvo como una gota de tus ojos, si me meto en ellos.
Imagino tus muslos dispuestos, tus formas más buscadas
por mis manos y mis sentidos que te piden me permitas,
besarte que es lo que deseo, y mis ganas dormidas despiertan de nuevo.
Me imagino entre tu cabello, entre tu sudor y el mío,
entre tu busto delicioso en que me fundo contigo,
porque cuando me lo permites, es así que vivo. |