Cuántos hombre y mujeres de reconocido talento y abrumante habilidad no han demostrado la existencia o intentado plazmar el sentimiento del amor, y de manera similar describir pobre e insulsamente al sr amado, o la imagen de éste; pues cuantos lo han hecho, hna fracasado
Si bien sus poemas estan rellenos de una singular belleza y estridente poética, con ortografía y sintaxis perfecta, impecable. Se necesitan más que palabras para poder referirse al amor. Podrían ser diezmil páginas y no reflejar una millonésima, y por el contrario, una simple oración podría rellenar cabalmente todos los significados y referencias sobre el amor y sobre el amado. Podría hacerse el amor por años enteros cada noche durante horas y no decir nada, quedarse varado en un "te aprecio", "no me desagradas del todo", pero también en una simple caricia decir mil veces "te amo" y con intensidad infinita.
Cuando uno ama, una parte de la cordura se va con la ausencia de quien amamos, nos volvemos una madeja de nostálgicos pensamientos, una vaga mezcla muy concentrada de toda una infinidad de pensamientos. Y es entonces cuando uno recuerda los momentos que le hicieron quien es en ese momento. Todo cuanto se piensa y se sabe se vuelve nebuloso y no hay nada seguro, ni siquiera la propia existencia y no cabe en la mente otra cosa aparte del engañoso y misterioso sentimiento del amor.
No hay una forma definitiva de hablar del amor, sino que hay tantos amores como personas que aman y hay tantas formas de decirlo como amantes existan. Y es por esto que no se puede decir "te amo" de la misma manera dos veces, ni tendrá el mismo significado para la misma persona o todas las demás. Podrá ser la misma frase, la misma mano, la misma mejilla, los mismos labios y el mismo corazón, pero nunca dirá el mensaje del mismo modo, o con la misma intensidad.
Por eso, para quien lo dijo o lo escirbió será una cosa y para quienes, absortos y embelezados repiten las bellas palabras de alguien famoso será otra. Pero bine podría ser Neruda, Sabines, Darío o cualquiera de tantos poetas los que se citen y quedarse en el silencio. Lo sublime está en sacarlo del corazón así, bruto, sin pulir, sin destilar, sin cubrir o refinar. |