Lamentables lápices hirientes.
¿Acaso no sienten las manos obscenas detrás de ustedes?.
Esa blasfema dentadura incorregible
No es nada mas que el callado rezo de las mentes necesitadas.
Trémulas manos invisibles
No retengan a lo creíble en colores prostituidos
Dedíquense al juego de la caminata inútil
Besen a los muñecos rellenos de suciedad.
No tajen los lápices
Ellos no son como ustedes.
Artesanía eterna de la mediocridad y el hambre:
Materia cerebral purificada.
Texto agregado el 17-12-2003, y leído por 317
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Lectores Opinan
07-02-2004
fuerte lo tuyo. te fuiste con todo en contra. La crítica ni siquiera es implícita. Muy bueno eso blanquita