De pronto el gran generador de vida ha dispuesto y ha llamado a la gran fusión llamada vida humana.
En medio de esta propagación se ha unido el espíritu y la carne.

Las propiedades se han proveido como ha todo ser existente, desde el soplo de vida de la gran fuente creadora de todo ser en el universo y desde el polvo de la gran madre tierra.

Hemos llegado a este sistema para cumplir sin duda nuestro rol que es ser criaturas humanas, capaces de discernir y ver en toda la dimensión permitida nuestros rasgos carnales y divinos.

Nuestro objetivo es el deleitarse con todo lo que se ha generado alrededor nuestro para poder llevar a cabo la gran labor de vivir y ser medios de dar vida.

Pero también debemos ser capaces de responder a los posibles objetivos que sin duda estan dispuestos de alguna manera comprensible a nuestra capacidad.

El verlos o querer verlos y comprenderlos antes o despues en el transcurso del tiempo, es algo propio de cada escencia y cada voluntad y por supuesto al libre albedrío que nos ha sido heredado como la virtud mas notable que nos permite separarnos e individualizarnos de otras creaciones menores.

Pero también somos pequeños, pero también somos los herederos en nuestro sistema, de las virtudes de nuestros mayores y de ser parte de la cadena o medio de generar vida del gran tecnólogo universal, el que no tiene principio ni fin, el alfa y el omega, el que ha existido desde tiempo indefinido, el eterno,
el diseñador del Bing Bang y de todos los sistemas materiales e inmateriales existentes.

revelacion. 1:8
“Yo soy el Alfa y la Omega —dice Jehová Dios—, Aquel que es y que era y que viene, el Todopoderoso.”