-Cuando seamos niños, jugaremos mucho, aprovecharemos nuestra niñez, tan parecida a esta senectud que nos inunda.
-Cuando te vea el primer día, te aprenderé a querer hasta llegar a este amor que es irrenunciable.
-El día que nazca, sabré por fin por quien lloraba.
-Cuando comience esta carta que acabo de terminar, me daré cuenta que las palabras que ahora tengo aprehendidas, son aves escurridizas.
-Cuando camine mis primeros pasos, sentiré que esos fueron los únicos que di con resolución.
-Cuando de mis ojos se escurran las primeras lágrimas, sabré que la sal de ellas endurecieron mi corazón.
-Cuando una puerta se abra, desde acá sabré que era yo quien se marchaba.
-El amor se desmigó cuando dejé de conocerla.
-El Génesis es el fin…