Estoy cansado de levantar mis pies sobre la tierra
Y matar hormigas que se disputan mis zapatos
Comer despacio por orden de mis dientes
Mirarme al espejo y que el espejo no me mire
Me levanto tremprano, despacio y con sigilo
Y no distraigo a mis demonios que aún duermen
Respiro el aire que me es tan reticente
Y enciendo el tabaco que a ambos nos consume
Distraigo el día de palomas en las plazas
Genocidio de horas malditas y minutos
Abro el períodico con lánguida paciencia
Y leo mi rostro en los parcos obituarios
Texto agregado el 17-12-2003, y leído por 548
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