¿Que delirio, fiel criatura, te lleva a arrodillarte ante mi?, levántate y mírame a la cara, soy yo, tu madre, tu creadora, no soy digna de que me rindas culto, pero si de que me ames. yo he escuchado tu grito en cada una de mis visitas nocturnas y te he visto solo, solo, abandonado a tu propia humillación, levántate hijo mío y mírate las manos, no es sangre lo que corre por ellas, es solo tu propia vida, vida que ya me has dedicado casi completa. Yo se que tu grito se seguirá escuchando mas allá que donde los ecos son sordos, y también se que tu mismo serás uno con las llamas del infierno, pero no es tu culpa eso, yo te absuelvo.
Tu mirada vigilante observa mi paso, me pides respuestas, intentas pedir ayuda, ¿como no desgarrar mi rostro ante tu aullido siniestro?, si solo saber pudiera que tu mirada vio mis manos acercándose a las tuyas, si pudiera sentir que tu sientes mi beso en tu frente, alivianando la marca, el sello funesto, ¡¡¡maldito el que te condena, aunque seas tu mismo!!!, porque tan pobre niño no puede tener culpa de nada. extiendo mis brazos para acogerte, entiéndelo, extiendo mis dedos para tocarte hijo mío, no sufras mas, como desearía que todo fuera un sueño, como me gustaría que pudieras dormir tranquilamente para poder entonar el cántico de la noche en tus callados oídos, arrullarte suavemente...¡¡¡pero no puedo!!!, soy solo una triste espectadora que ve como se despedaza en jirones de humanidad el mejor de los actores, yo acojo tus miradas, y me compadezco de ellas. |