Caer. De mis uñas, de mi cama en declive. De mi sequedad
Siento ramas de pinos que hacen cosquillas a mis pies. Recuerdo mis puños en mi cabeza, y los espejos de mi boca, el calor de las frazadas, el ambiente acogedor. Todo se esta yendo, veo brazos flotar, pedazos de angustia, la mía y la suya. Risa y gemidos
Ya no esperare su estúpida detención, no va a bajar, seguirá subiendo. De ayer, esto estaba listo. De ayer estaba decidido, de ayer, cuando no te conocía.
Afuera las estrellas destilan terciopelo, tupen las calles de hebras rojas, tupen la noche y su casa. A su madre.
La cama ya subió 90°, estoy colgando. Ya no aguanto las brasas en las sabanas, son brasas con las formas de mi cuerpo, de su cuerpo.
Quizás los pinos no sean tal altos, tan fríos, oscuros. Quizás la caída no sea tan amarga.
Caigo...
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