Recuerdas cuando éramos unas niñas, que solo sabíamos jugar y tratar de conquistar hombres, que nunca se fijaban en nosotras, recuerdas las promesas que nos hicimos, eso de ser amigas por siempre, pero hubo una la que propusiste tú esa de que seríamos vírgenes hasta casarnos con el hombre ideal, aquel que nos hiciera sentir mujer, sí, dije amiga te lo prometo, tú nunca tuviste novio, yo muchos años el mismo, era una promesa difícil de cumplir, yo no lo hice, pero creía ciegamente que tú si la hacías, hasta que llegó él, quien llenó el enorme vacío que había en tu corazón, tantos años de soledad fueron olvidados con su presencia, te veías plena, feliz y muy enamorada, por circunstancias nos alejamos, el teléfono era nuestra única vía de contacto, hasta que un día por boca de quien no quería, por medio de un rumor,me enteré, que tú mí amiga del alma mí confidente, mí alma gemela, portabas en tú vientre un pequeño ser creado por el amor que tienes con él y que ese bebé ya tenía varios meses en ti, sumida en la angustia de no haberlo sabido por ti, lloré de impotencia de traición, decidí llamarte y me lo dijiste cuando lo oí perdí toda rabia y te perdoné, dijiste que ya tenías siete meses, yo nunca estuve allí no supe de tu angustia al principio, de tu alegría al verla en una ecografía, del apoyo, nada, pero no fue mí culpa de seguro hubiera sido quien te hubiese acompañado en estos meses cumpliendo tus antojos, viendo como tu vientre se agrandaba, le hubiese hablado cada día a la bebé para que me conociera y supiese que la amo antes de conocerla, hoy a días de que nazca seguimos siendo unas niñas ahora con veinte años, tú quien más amaba su libertad y sus sueños, con ese bebé cumples los míos por que siempre fui yo quien se quiso casar joven y tener un bebé, algo que estuviese en mí a quien pudiera amar, criar y verme reflejada en él, sabes ahora estoy feliz por ti aunque me gustaría haber estado siempre, sé que cuando la bebé llegue voy a ser la primera en estar allí, la siento tan mía como tuya, te quiero mucho amiga y espero a cada instante que suene el teléfono y diga ya! La bebé nació, aunque no cumpliste esa imposible promesa se que eres feliz y nunca te avergüences por que nunca me has decepcionado. |