Juan y Miguel eran dos muchachos traviesos, se la pasaban el día entero jugando. Una soleada tarde Miguel reta a Juan a participar en una carrera y este muy entusiasmado acepta. Se habían colocado en sus posiciones de inicio cuando Juan comienza la cuenta regresiva.
-Tres, dos, uno…
Salen disparados calle abajo a toda velocidad. Juan llevaba la delantera en ese momento, cuando de repente tropieza y cae al suelo dando vueltas. Miguel, que se había detenido para ver que fue lo que le pasó a su amigo se da vuelta. Y se acerca a Juan que estaba llorando.
-No te preocupes amigo-dice Miguel- te has caído cuando llevabas la delantera, pero eso no quiere decir que la carrera ha terminado, fue solo un pequeño error de calculo-dice cuando ve las agujetas de Juan desatadas-el camino hacia la meta esta aún allí.
En ese instante, Juan, viendo que su amigo había bajado la guardia, decide aprovecharse para ganar ventaja. Se levanta de un brinco y sale corriendo en dirección a la meta, aún con las agujetas desatadas. Miguel viendo esto sale corriendo tras de Juan para continuar la carrera.
Cinco minutos después, Juan llega a la meta de primero siendo el ganador.
--En la vida, la victoria es de aquel que se prepara, es astuto, y sabe aprovechar las ventajas. Pero el Triunfo es de aquel que es capaz de ser honesto durante la contienda, sabe apreciar el valor de las personas y reconocer el significado del honor. Pues todos llegan a la meta pero pocos los que triunfan. Más vale un triunfo reconocido que una victoria vacía--
JORGE BRAVO