Cuando la lujuria y la soledad se encuentran
Se mezclan sin pensar en el mañana
En las lágrimas que en silencio uno
De ellos derramará en la ausencia de la
Piel sobre los besos de ajedrez.

El, la lujuria personificando un falso príncipe azul,
Ella la presa fácil que la lujuria esperaba cazar.

Yo la que cuenta esta historia en nombre de la soledad,
La que espera en esta sala sin esperanza
El momento perfecto del nunca más.

Sobran lágrimas en el corazón
Por juegos que se juegan con fuego
Por un cuerpo que nunca varara en su playa
Y nunca mirará sus ojos.

Tristes momentos en que la soledad
Anda sin rumbo como gatita en celo
Porque en cualquier momento la lujuria
Vuelve a entrar por la ventana de mi alma.