vencido gané por la espalda al enemigo
moribundo perdoné el complejo sudario, la mortaja de lino.
en estas palabras se esconden las deudas
que el banco y mi aval no perdonan ni sueltan.
bolsillos vacios, ni dinero ni gloria.
las deudas me acaban, molestan y agobian.
es lindo el tormento, el causante es el banco me hastio en sangre pór el hipotecario.
no hay plazo que no se cumpla ni deuda que yo pague.
Texto agregado el 01-05-2006, y leído por 123
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