Fue una vana ilusión
el pretender
tú y yo querernos.
Inútilmente espero
que comprendas mi querer.
Yo te he amado siempre
con pasión desesperante
en cambio tu fingías
y te reías de mi querer.
Dices que te perdone,
ya que no tiene remedio
por mí estás perdonada,
ya que tengo otro querer,
cariño puro y firme
sin maldad y sin falsía.
Yo lo siento por tí
que no supiste comprender.
No, ya no puedo amarte
no, no puedo quererte.
Tú, siempre me mentiste.
Olvídame
no quiero saber nada
de tu falso cariño
y quiero que comprendas
que he muerto para tí.

Este tema es un recuerdo de juventud. Se lo dediqué y lo canté en el Teatro de las Cortes de San Fernando (Cádiz) sí en el mismo donde se creó la Constitución Española de 1.812, a un primer amor equivocado. Yo tenía 16 años y era el día de la entrega de premios del curso. Ella estaba sentada en una butaca y la ví levantarse y marcharse, creo que llorando. De esto hace 54 años y no lo he olvidado. Ni la he vuelto a ver nunca mas.