Hoy, como desde hace tiempo, me despertó esa sensación en el estómago, que en su momento fue extraña pero ya estoy acostumbrado a convivir con ella. No me pidan que se la describa porque no sé cómo hacerlo, lo único que puedo decirles es que no es del todo dolorosa, sino más bien incesante. Por lo que veo, influye mucho en mi organismo, ya que ni los ruidos de la calle (considero a mi habitación bastante ruidosa), ni el frío que a veces siento (a pesar de estar bien cubierto), se comparan con aquella molestia. Mi perro, también sufre “mi enfermedad”, me mira con esa cara como esperando algo de mí, como si yo tuviera la cura; es verdad: el perro se parece a su dueño.
Últimamente me está empezando a preocupar todo esto; claro mi preocupación se intensifica al ver que cada vez son más prolongados los días que me ataca, y peor aún, estoy todo el tiempo pensando en ello, ocasionando bajo rendimiento en mi proceso escolar y en otras ramas de mi vida. Oh, maldita enfermedad. Cuál será tu antídoto?
De todas formas no me quedo de brazos cruzados, y hago mis propias averiguaciones. Por suerte estoy en contacto con mucha gente, mucha.
Afortunadamente hubo avances en mi investigación, desde ese momento que decidí comenzar a investigar sobre “mi enfermedad”. Algunos datos registrados al conversar con otras personas, me están llevando a pensar en la terrible idea de que se trate de una epidemia, que ataca cada vez más, y que incrementa el número de personas que la sufre.
Para suerte de muchos, llegue a la conclusión de que no es contagiosa, pero sí congénita, se nace y se muere con ella, siendo pocos los que puedan librarse de ella.
Existen abundantes medicamentos que ayudan a eliminar los síntomas, son en la mayoría de los casos de origen natural y se suministran por vía oral. Yo recomiendo no pasar más de tres días sin tomarlos, ya que los daños pueden ser irreversibles, más en los niños como yo.
Antes de terminar quiero anticiparles la más importante de todas mi conclusiones, y es que en realidad nadie está exento de ser alcanzado por esta enfermedad, tan en boga. Pero no se desesperen el secreto es conseguir los medicamentos en cantidades y guardarlos, se pueden conseguir en muchos lugares dedicados a venderlos exclusivamente.
Yo los dejos. Voy a dormir, si puedo. No se preocupen seguiré investigando.
Chau.

........

Pucha, tengo que conseguir más diarios, está haciendo frío. Y vos Rocky, no me mires más, yo también tengo hambre.