Quiero que surja entre los dos una condena eterna que nos parta el alma y la estremezca entera. Quiero que tu boca mienta sobre mi boca abierta y que tus manos oigan gemir mi piel por una caricia tuya. Quiero que tu ser me consuma como un incendio en mi alma hambrienta y que me invada tu presencia como una ola inmensa. Quiero que tus ojos me repitan en cada parpadeo de tu afán diario y que tu cuerpo me respire toda y me asimile entera en cada bocanada nueva. Quiero que tu sangre hierva y recorra lenta cada fibra de tu cuerpo y descubras en cada hueco irremediable, mi presencia Y quiero... quiero que tu voz me nombre con un gemido mudo en cada respiro profundo en cada jadeo delirante de tu amor con ella...
Texto agregado el 29-04-2006, y leído por 150 visitantes. (0 votos)