Y la gota que cae lenta
desde el fondo de tu alma
se resbala
por mi pierna
por mi boca

Y llega
sin aliento
al hueco frágil
de mis manos
entonces...
se convierte en llama.

Y tus ramas
se entrelazan a mi cuerpo
Y tu tronco y sus raíces
contienen todo el movimiento
Y es tu pulso ardiente
el que irrumpe en mi silencia.

Desde el seno de tu pecho
se te escapa un grito hondo
profundo
que estremece tus cimientos
y derrumba las trincheras de tu mente
y vuela las paredes de tu intento
de ser solo tuyo.

Y retrocedes en el tiempo
de los siglos muertos
y te vuelves transparente
a mis manos
y te vuelves dulce
a mi boca
y te vuelves frágil
a mi sentimiento

Y repites el camino
de miles antes
... el de ser uno
en un fugaz instante...