EL PSICOANALISTA
Y, ahí estaba yo, nuevamente recostada en ese diván negro de cuero con almohadones blancos muy cómodos frente a mi guapo pero intelectual psicólogo.
Yo, hablando como cotorra, gracias a la técnica famosa psicoanalítica de la “Asociación Libre”, y él, mirándome con esos ojos negros brillantes y con sus anteojos pequeños que lo hacían ver más interesante.
Por un momento me quedé muda, observando como tomaba nota referente a lo que yo decía, me hablaba algo de la transferencia, pero yo no lograba entender, sólo fije mi atención al movimiento de sus labios gruesos, frescos, llenos de vida… deseosos de ser besados. Sus manos masculinas, hacían un movimiento con el lápiz, que provocaban el deseo de ser tocadas por ellas…
Al instante sentí que me tocó la mano, diciéndome – Carola, estas bien?... yo con cara de asombro/distraída le respondí que sí, que sólo estaba atenta a lo que me hablaba – estás segura dijo él?, con un tono coqueto – sí por supuesto, le dije yo… Entonces, continuemos con nuestra sesión!!!… OK!, le respondí, sonrojada de vergüenza, pero mas que nada de lo cachonda que me ponía este tipo…
Trate de centrarme en la terapia, pero él, no me miraba con ojos de analista, sino de hombre, hombre que tenia fuego dentro de su alma… tenía la sensación de que quería sacarlo de algún modo, pero su rol no era ese… “la ética dice nunca jamás involucrarte sentimental ni carnalmente con una paciente”…
Yo, ya no aguantaba ese fuego que impregnaba mi cuerpo, quería sentirlo mío… sentirlo dentro mío…
Trate de controlar mis impulsos…por un momento me hice la desentendida… pero él se acercó en un cierto plano hacia mi muy lento, yo seguía recostada en el diván, y el ambiente era acorde a la situación, eran como las 18:00 hrs., ya estaba oscureciendo, las persianas estaban entreabiertas, la luz de las lámparas alógena estaban bajas, imitando un ambiente romántico/calido de velas…
Él, continuaba acercándose, mientras yo, seguía hablando de mí… al instante, sentí sus labios rozar mi cuello lentamente, sus manos se acercaban entre mis muslos tratando de palpar mi vulva por encima de mi pantalón… Yo, inconcientemente, abrí mis piernas, dando la bienvenida al placer mas excitante que quise sentir siempre de él…
Sentía su respiración agitada, comenzó a besarme los labios… su lengua, era como una llama de fuego queriendo prender mis instintos carnales… Desabrochó mi pantalón y palpo mi vulva lentamente, sintiendo la humedad de mi interior que se intensificaba con el juego ardiente de sus dedos en mi clítoris…
Yo, ya estaba muy excitada, y él con su bulto hinchado de tanta seducción desenfrenada…
Todo seguía en silencio, pero nuestros cuerpos aullaban de tanto placer…
Bajó su cremallera y quitó su pantalón, puso mi mano en su glande duro y muy rosado… me gustaba lo que sentía y por un momento me dijo – Bésalo!!!, yo, estaba encantada de hacerlo… lo puse en mi boca y pude presenciar el mejor manjar de placeres hirvientes…él, solo disfrutaba de muy buena gana la exquisitez de nuestra sesión terapéutica…
Lo quitó de mi boca y en un par de segundos penetró el fin del universo eterno… yo grité de placer, y él me hizo suya con toda la fuerza carnal naciente instintiva de su creación…
Esa tarde fue la mejoría de todos mis problemas… ahora, que me siento mejor voy menos seguido a terapia, pero cuando voy!!!... jajaja!!!, no hacemos Asociación Libre si no la mejor terapia que pueda existir… el sexo!!!...
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