Tu cuerpo esta vedado, la osadía de tenerte entre mis brazos y beber del cáliz de tus ojos es una sacrílega delicia. Amada ¡dulce amada mía! bebamos la sangre prohibida en esta efímera noche insomne, el vino tinto fuente del placer. Paladear las uvas fermentadas de tu cuerpo aterciopelado vino terpénico, embriagante bouquet vigoroso, ¡gratia plena!.
Texto agregado el 28-04-2006, y leído por 182 visitantes. (0 votos)