Te formaste en el dolor, en la ruina, en la desolación,
Y te exhibes orgullosa, áspera, lastimosa,
indolente, indeleble, silenciosa
Exudabas gránate, lo recuerdo, ahora seca.
¿Por qué no vuelves a sangrar?
¡Estas tan seca y lánguida como mis ojos!
Te has vuelto insensible y repugnante
Eres carne muerta, como muerto quedó mi corazón.
¡Disuélvete, difumínate, bórrate!,
O vuelve a brotar, cobra vida,
Para volver a sentir ese dolor
Que llenaría de sangre, otra vez, mi corazón.
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