Una historia más, como tantas. (de nuevo por aquí)
Llega su sobrina, Sandra, al lugar de trabajo para charlar un rato, suele hacerlo los sábados y domingos.
Se sientan con las compañeras, toman café e iniciar una animada charla típica de mujeres, la depilación, los novios, los maridos, los ex, bueno en pocas palabras, cotilleo del entorno.
Ya ha pasado casi una hora. Sandra se levanta, tiene que irse, van a comer fuera y quiere arreglar un poco la casa. Se dirige a su tía:
-- Ya podrías acercarme con el coche que he venido andando.
Suben al coche. Ya sabia que algo quería decirle, pero por mucho que hubiera pensado ni me lo imaginaba.
Llegan al portal, para el coche. Sandra se queda mirando a su tía y esta a su vez le dice:
-- venga a ver, porque algo tienes que decirme, no me haces que te traiga hasta aquí por cinco minutos de camino.
Sandra esta un poco nerviosa:
-- sabes que yo siempre he dicho que hasta que no veo las cosas no me las creo.
-- Si, ya lo se.
-- Bueno, verlo no lo he visto, pero se que la persona que me lo ha dicho no me mentiría.
Ya estaba empezando a ponerse nerviosa, cuando había tanto rodeo por algo seria.
-- Pues resulta, que va Raquel (su amiga) con el coche por la calle del gimnasio y se tiene que parar en el semáforo, claro se entretiene en mirar a los coches del otro lado, en eso que ve a tu ex con su “novio” dándose un morreo (Beso de película vamos) La pobre se quedo pasmada creyendo que lo confundía, dando lugar a que el otro coche pasara por su lado, pudiendo apreciar que era el.
Se queda parada, solo se le ocurre decir:
-- opino como tu, hasta que no lo vea no lo creeré. Se despiden.
De vuelta al trabajo intenta analizar que siente. No entiende nada, Hace apenas unos días hablo con el, estaba igual de entupido, con su característico tono de superioridad de siempre, y como no, dando a entender que ella tenia la culpa de todo. Siempre terminaban igual, le colgaba el teléfono de mal humor diciéndole que no se podía hablar con ella, si no la dejaba decir ni dos palabras.
Le entra una risa tonta, que casi da paso a un llanto de rabia que aguanta como puede. Solo se le ocurre pensar en todo lo que ha vivido con el. ¿Porque no puede dar la cara de una vez y reconocer lo que para todo el mundo (menos para ella) es evidente?
Siente rabia al mirar atrás, ver los años que ha pasado en su compañía, dolor por haber sido engañada, impotencia por no tener el valor de preguntarle a la cara, ya comprende muchas cosas… demasiadas cosas que se le pasaron por alto y empieza a entender, se siente defraudada con lo que le ha tocado vivir junto a el, por no poder recuperar los años que estuvo a su lado, por haber servido de tapadera, por dejarse manejar y haber perdido su personalidad, la capacidad de ser ella misma.
¿Y ahora?... Quisiera pedirle una última cosa, aunque lo tiene difícil, ¿si no pueden hablar de los problemas típicos, como hacerle comprender, que por una vez, por su hijo, se comportara como un adulto responsable?. Que no de lugar a que pueda enterarse por otros medios. Ella sabe que no lo hará nunca y teme el momento de las preguntas, porque llegaran, y como siempre, será quien intente explicar…
Que conste que no tengo nada en contra de nadie por sus tendencias sexuales, es solo un escrito.
Quite el texto la primera vez que lo subí, y desde aquí quiero decirle a Sophie que no fue por ella, que fue por mí, lo único que tuve un arranque y no lo pensé dos veces. Lo siento cielo.
|