Si alguna vez fui racional, eso ya no importa. Mi racionalidad no juega en este cuento de emociones tipo carrusel.

La belleza de un lugar se ve reflejada en muchas cosas… plazas con palomas que buscan migajas como si el sindicato de palomas se moviera en conjunto, casas con un techo bonito, esos parques con resbalines y columpios, el olor a lluvia fresca y reciente. El sur puede provocar eso. Se ve todo bonito para alguien al que la rutina y el cemento hayan asfixiado. Hasta lo grotesco es bonito cuando no se tiene a la mano.

La belleza de este lugar tenía forma femenina. Una belleza de cielo estrellado, de nubes oscuras en la tarde y frescas por la mañana, de lluvia que alegra e inunda. Su cielo fue mi cielo, y ella era la estrella principal. Son esas circunstancias que te hacen conocer gente como si el cielo se abriera sólo porque te ve pasar.

Fue como de película mala. Joven conoce Niña. Se complementan fácilmente. Pareja disfruta el par de días de vacaciones de joven en el sur. Joven se maravilla ante la elegancia, belleza, simpleza (en el buen sentido de la palabra, no sean mal pensados), y sobre todo, amabilidad -como película mala-. Ella era amable en todo el sentido de la palabra. Era casi imposible no encariñarse. Nunca he sido de los que se dan con la gente de primera, pero ella quizás tentó mi suerte. Su luz me hacía mirar al cielo y no encontrar diferencia entre arriba y acá abajo.

Le dije el último día que ella había sido mi estrella guía, durante mis despejadas noches y frescos días, donde el firmamento se veía más claro, y, con su presencia, mucho más brillante. Me agradeció gentil y sutilmente, como si no fuera gran cosa, pero para mí, era un mundo de diferencia.

Ahora, para mí, la belleza del sur no tiene límites. Las estrellas de su cielo brillan más que en cualquier otra parte

Yo no amo ni quiero gente a la primera. Y esta vez no fue la excepción. Sin embargo, las ganas que tengo de mirar al cielo por las noches son irresistibles.

*dedicado a la pola… que si fuera mejor persona sería pecado. Le quiero mucho, es una belleza de persona.