Suena un piano y la condesa canta con su voz de soprano. Los invitados sufren como condenados. Arriba en la habitación un ladrón se dispone a robar en el cajón. Las joyas de la marquesa que abajo esta sin saber que ella es la presa. Todas las joyas van a la saca y el caco va y se escapa. Que disgusto tendrá la marquesa, tanta joya que tanto pesa… Como sufren los ricachones cuando se les roba en los cajones. Si al menos dieran algo a los pobres no tendrían tantos problemones. Que la avaricia rompe el saco y el que atesora a destajo a veces viene el ladrón y uno se queda sin camisón
Texto agregado el 27-04-2006, y leído por 330 visitantes. (9 votos)