Un anciano meditaba bajo la sombra de un árbol
pensando en tiempos vivido y el porvenir a esta fecha;
muchas cosas realizadas según normas y legajos
y algunas fueras de leyes, pero sin causar agravios.
No quería partir sin compartir con sus nietos
las cosas maravillosas que nos presenta este mundo
tomando toda variable que nos puedan enseñar
que estamos en el planeta para querernos y amar.
Mantenerse con pié firme y conservar la vigilia
predicando amor y paz en todita la familia.;
recordando añoranzas de pasados productivos
con aciertos y errores, sin abandonar la lucha
asumiendo todo reto para educar a sus hijos
Texto agregado el 27-04-2006, y leído por 110
visitantes. (2 votos)
Lectores Opinan
30-04-2006
es complicado..
casi utópico... pero quizás en el mundo más cercano sea factible.
***** mosquita
27-04-2006
Ninguno desea partir, si haber depositado una buena semilla de valores y virtudes en sus descendientes, aún cuando se hayan cometido errores. La cercanía del final, necesariamente ha de hacer reflexionar a la persona sobre el comportamiento justo en esta tierra. ***** SorGalim
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