¿Reconocerías mis zapatos?

Jugaba a pensar en cosas sórdidas y constantes. Exageraba. Decidí entonces pensar en ti.

¿Recuerdas la fiesta que le hiciste a mis "estilizadas" pantorrillas en aquel aeropuerto? Yo casi lo olvidaba, pero cuando te recuerdo, intento rescatar esos momentos, los fugaces y sencillos. Me arriesgaría a decir que son los más puros, en los que se te escapa una sonrisa que casi no adviertes, o cuando me hablas de temas que después tu invulnerabilidad decide olvidar.

Yo recuerdo cada par de zapatos que me ha acompañado a verte. Preciso perfectamente los que no han tenido ocasión de salir de la maleta y los que han hundido sus tacones en tu espalda.
Algunas veces por el cansancio e incomodidad que provoca su estilizado diseño; otras por mi impaciencia. Yo recuerdo cada uno de los míos, pero he decidido olvidar los tuyos, para no guardar rencor hacia los artifices que me han robado tus pasos.