En esos días se vivió la más espeluznante y certera lluvia. Horas antes las partículas de tierra se habían ido a tomar unos tragos celebrando el trigesimocuarto aniversario del I S D P D T (Increíble Sindicato De Partículas De Tierra) y por lo tanto accionaron una decisión muy importante, la de sumirse en la profunda e hilarante temporalidad de lo que representa la química cerebral etílica, en otras palabras, decidieron emborracharse sinverguenza y animalmente. En este importante acontecimiento sucedió un hecho bastante particular dentro de lo que es la particularidad que sugieren los hechos en los que participan gente o cosas en estado de ebriedad, lo que pasó fue que uno de los "compañeros" más prestigiosos del sindicato (entre comillas como debe ser) resultó también ser uno de los mas apegados a lo que es el bello acto del envenenamiento sutil por lo que en esta ocasión la pequeña partícula fue el iniciador de un proceso vomitivo que se prolongó durante horas. El prestigio se había convertido en el asco, el sindicato era en ese instante el vómito y cuando todos salieron del salón de fiestas para irse a sus casas la lluvia espeluznante y certera hizo de las suyas asesinando masivamente a toda la tierra. En ese momento ocurrió un hecho trascendental para toda la población inframundial, nació el barro.