Lo bueno y lo malo, lo bello y lo feo. Dios y el diablo ¿qué significan en realidad?. Cuando estudiamos con un amigo seminarista el punto del derecho a la libertad de culto, yo he sacado varias conclusiones importantes. Sin embargo, la depresión que he tenido toda esta semana, no me ha dejado hacer nada. Siento deseos de deprimirme más y más y creo que todo el día he sentido depresión. Destrucción, siento desfallecer y el edificio que he construido, está en ruinas. Es como morir lentamente. Nada me llama la atención; siento desesperanza y el desánimo se apodera de mí todo el día. Creo que estoy muy mal. Nada me sale bien y lo que enfrento, las barreras que me sofocan, mi familia, me impiden liberarme, aislarme, volarme de estas cuatro paredes que me asfixian. En esta cárcel de lo bello y lo bueno, se debate la bestia que me acorrala, siento deseos de vomitar y de no seguir existiendo.
Siento asco de todo; estoy a punto de desertar, de seguir cayendo en lo horrible y sucio del mundo. Caer, en el último fondo de las desgracias y de los pecados humanos. Siento fastidio de mi mismo; siento deseos de alejarme por siempre de todos esos conceptos que moran en mi cabeza. Siento tanta depresión que espero que el día de mañana, llegue, pero para mi no. Quiero morir, quiero dejar de desear, de tener, de poseer; quiero llegar a la nada, a lo inútil, al fondo del abismo. Quiero dejar de querer.., deseo encontrarme en otro mundo, más allá del cielo y del infierno. Oh, depresión, que cara tan horrible me has mostrado
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