Querido Mío:

Quiero que entiendas lo difícil que es escribirte esto ahora. Si, ahora que siento que la soledad ha bajado la guardia y los días parecen dejarme respirar.

Siempre he sido cobarde con mis sentimientos, nunca he podido hacerme cargo de ellos, dejándome arrastrar a situaciones confusas, casi incontrolables y muchas veces sufriendo por sentimientos que nunca me atreví a enfrentar.

Soy una cobarde porque entiendo que no debería estar escribiendo esto, debería tener tus ojos preguntándose qué pienso y dejar que mis labios te contasen las revoluciones que en mi alma ha causado tu presencia.

Pero querido mío, soy cobarde y sólo atino a que las palabras te revelen mis pensamientos y el estado real de un corazón agitado y confuso que guardaba verdades que mal hice en callar tanto tiempo.

Hace muchos años, había una persona que siempre le ha tenido miedo al amor, a imaginarse con el corazón roto en pedazos y terminar vagando en las calles de la soledad –esa persona era yo-.Siempre he pretendido correr ante lo inevitable, pero como es la vida - tan irónica y sabia- que se las ingenia para encontrar la manera en que el amor nos embista llevándonos al suelo sin dejarnos respirar. Así llegaste tú, como la mayor maniobra que el amor encontró para tumbar mi puerta y sin previo aviso entraste en mi mundo y al abrir los ojos mi alma ya te nombraba y yo me quedé en el suelo con mis miedos en mano y sin lograr entender. El amor del que tanto escapé me tiró el caparazón de un portazo, me puso frente a las cuerdas y ya no me pude levantar.

Has sido mi única y mejor historia sobre el amor, es que contigo aprendí a reinventar cada palabra, a soñar con los ojos abiertos e imaginarme la vida con solo parpadear frente a ti, has sido cada dolor de cabeza que ni las aspirinas lograron calmar.

Quiero que sepas que te quise con cada letra que la palabra A-M-O-R- lleva, porque te quise cada vez que respiraba y miraba a la luna buscando respuestas, cada mañana que despertaba y me preguntaba si todo fue un sueño, te quise cada vez que me hacías reír o te hacía reír, cada vez que prometí que no te debía querer y te quise porque en el amor fue lo primero que aprendí.

Sin embargo, ha sido un camino largo y había más lecciones que aprender, cada día se volvió más confuso, es que con el amor llegaron otros sentimientos, inexplicables, indescriptibles; pero que calaban muy hondo y me llevaba a pensar en todo y fue en ese momento en que la burbuja se rompió. La conclusión era mi ausencia de entendimiento sobre tus pensamientos, nunca pude saber que pensabas mientras me miradas, cada vez que bajabas la mirada, jamás pude entender el idioma en que tu corazón hablaba, que nombre guardaba en silencio y la verdad es que ya no me quedan fuerzas para hacerlo.

Te quise de una manera loca, porque los locos no buscan entender y era eso, ya no buscaba entender este sentimiento sólo crecía en mí cada vez que mi alma respiraba. Aprender a olvidarte, aceptar a olvidarte y es que nadie olvida con quererlo, eso llega como una bendición cuando llegas a conseguirlo. El olvido es una cruzada que emprendí en este camino de dejarte en tu mundo perfecto, con horarios perfectos, con trabajos perfectos, con atardeceres perfectos, donde el ser más imperfecto no podría encajar. Y fue dejar de invocar cada manía tuya, sentir como se desvanecía tu imagen en mi mente como el silencio aplacaba tu voz y congelar los sentimientos cuando alguien dejaba escapar tu nombre en el viento.

Alguien te quiso y mucho, aprendió a ver las estrellas con la mirada vacía, a suspirarle a una Luna mientras dejaba que las lágrimas lavasen su alma y en ese camino aprendió a conocerse porque se convirtió en su única compañera en las noches, se reconcilió con su alma y expió sus culpas con sus recuerdos, cada vez que quiso saltar a su abismo y no hay mas verdad que esa, alguien te quiso amor y ese alguien –fui yo-.

Las imágenes se cruzaban en mi cabeza, dejando caer tus más dulces recuerdos en una tarde tan fría sin el calor de tus palabras. Aprendí a fingirte lejos y ausente en mis días y esta soledad que devoraba mis ansias de verte, transformaba este amor en esta inmensa nostalgia.

Quiero que entiendas que este alejamiento emocional, se convierte en mi única esperanza de terminar un camino que empecé a caminar hace mucho y es por ello que he empezado a deshojar recuerdos, a borrar líneas a recolectar tantas noches que fui perdiendo mirando las paredes de mi habitación.

Sueños de amor acaban con cartas como ésta, con confesiones marcadas con tinta como un suave suspiro en una mirada ingenua. Duele recoger los pedazos, las miradas y enterrar palabras que no se deben pronunciar más. Aquí, mirándote al cerrar mis ojos, buscando tu última imagen en mi empiezo a echarte de menos. No sé donde termina el camino, si algún día te alejarás de mi vida, mis fuerzas vuelven con cada palabra que escribo.

Me alejo porque me cansé de caer en el mismo abismo, es triste entender que las historias de amor se construyen a cuatro manos y aquí sólo hay dos de ellas. Ojalá entiendas que en mi rezago de alma no hay rencor, ni odio, sólo queda un espacio que la soledad ha hecho suyo y se cuela en cada palabra que escribo y la melancolía se ha convertido en una constante en mi. Pero no te equivoques aún así, sé que puedo ser feliz.

Ya no eres más parte de esta historia, he logrado liberarte de estas líneas, ésta es mi forma de abrir el candado de mis recuerdos y dejarte ir a tu suerte, que sea el destino el ahora guié tus pasos y otros los labios que te nombren.

Todo comienzo tiene un final, toda bienvenida guarda una despedida, a cada carta que se empieza le espera un final y es así como termina mi corazón de explicarte su historia con esta carta que llega a su final, quiero que imagines mis ojos en cada palabra, así no habrá necesidad de escribir ADIÓS.

Sueños de amor terminan con cartas como ésta, en tardes de Abril frente a un computador.-


y a veces...

…..Sueños de amor empiezan con cartas como ésta.


*Aunque mis palabras nunca lleguen a ti*