Pero si caíste en el mundo de las drogas date cuenta de que estás coqueteando con un mundo desconocido del cual realmente no se sabe nada claro y del cual cada cultura saca su propia interpretación. Pero que te quede claro que es un mundo desconocido que por irresponsabilidad puede resultar mortal - (aún no se sabe qué es más irresponsable, si un consumidor que no sabe qué es lo que está consumiendo o una cultura que calla o miente sobre el producto) –
Si has caído en el mundo de las drogas date cuenta de que estás absolutamente solo, porque sabrás que hay una barrera entre el efecto que las drogas tienen sobre ti y todo el resto. Te lo advierto: no podrás tener una vida normal mientras consumas drogas. O abandonas las drogas y luchas por tener una vida normal pero que tenga sentido, o abandonas, literalmente, toda posibilidad de vida normal inmediata y te aíslas y experimentas con las drogas (para poder escucharlas). Te lo advierto: es un mundo desconocido y es un mundo atractivo que posee sus propias explicaciones o sus propias reglas y significaciones, su propio sentido y una forma muy particular de querer algo de ti; porque se tiene la sensación de que se quiere algo de ti. Se entabla un comercio entre tú y ese mundo desconocido que, si comienza a serte conocido por tus facultades cognitivas, pronto hallarás todo su sentido, su función y sus usos y abandonarás su uso no sin antes haberles agradecido*
Pero, si no hay fuerza en ti, probablemente sólo ganes la adicción y te marees constantemente en una sensación agradable de fluidez y de limpieza de tu cuerpo que finalmente quizás termine por matarte. Entonces en ese comercio, ese mundo desconocido habrá sido más fuerte que tú y te habrá absorbido y vencido y todo habrá sido inútil.
¿Qué quiero decir con esto? Que si has caído puedes levantarte habiendo ganado en el comercio. Recuerda que no tenemos cultura al respecto y, la cultura al respecto te la tendrás que hacer tú mismo tomando para ti los misterios de ese mundo y la manera en que se revelan y tomándolos y venciéndolos - (vienen en forma de ecuaciones que ameritan ser resueltas) – tal como se dice que eran las luchas de los antiguos héroes (los descensos infernales). Si vences, tendrás armas para este mundo y obtendrás una noción de respeto hacia las cosas desconocidas y también un extraño sentimiento en contra de algo por el abuso que se usa para con las cosas desconocidas.
Por supuesto, debo repetir que en el momento en que las vences, habiendo obtenido sus secretos, las dejas, no sin antes sentirte en secreto agradecido, por un lado por sus secretos, por el otro por tu fuerza en haberlas vencido. Debo advertir que ellas cierran la puerta violentamente a quienes no deben pasar la puerta: o te rechazan mediante sensaciones sumamente desagradables o te matan.
Tendrás entonces una vida muy calmada y disciplinada y también quizás un poco triste; ya no te emocionarán mucho las excitaciones, porque sin haberle hecho daño a nadie ya habrás experimentado mucho por ti mismo… y te darás cuenta de que fuiste robado.
Sólo una cosa lamentarás: el no haber conocido a un viejo sabio de pequeño que te haya dado buenos consejos y guiado en las cosas más importantes de la vida.
* Existen muchos modos de interpretar a las drogas, personalmente creo en la frase o conseja que dice “aprende a hacértelo sin la puñetera química”. ¿Qué significa? Significa esto: ¿Es real?: Es real, ¿Puedo “hacerlo” sin el uso de una sustancia química? Y la respuesta es positiva. Pero ese “hacer”, eso que puede ser hecho, no hace parte de nuestra cultura occidental, (es el uso de nuestras energías). Oriente toma más en serio esta cuestión esencial y sí abre espacio para ese “hacer”. Como ese “hacer” es una necesidad y, nuestra cultura no le abre un espacio, ese espacio es tomado mediante el uso de las drogas. Porque de alguna manera hay que hacerlo. Así que en nuestra cultura lo que puede ser hecho sólo puede ser hecho mediante el uso de drogas, pero las drogas no constituyen un elemento esencial indispensable para que lo que puede ser hecho sea hecho. Es decir: nos hace falta una cultura y el primer paso será el hacer una cultura de las drogas (culturizar sobre ellas sin los cuentos del coco), para no mentir más idiotamente sobre ellas, resolver sus misterios en su relación con el hombre en un lenguaje que vaya más allá de la sequedad estéril neuro-química, y por fin aprender a hacérnoslo sin la necesidad de la puñetera química - Por supuesto: no es un pedido, está sucediendo)
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