Abril 23. 9:57 a.m. Lugar: desconocido. Voy hacia ti. Desde estas frías mañanas de abril. Desde este abril hasta tus inciertas noches de setiembre. Voy en el barquito que dejaste anclado en el jardín. Voy sola. No llevo capitán, no hallé uno que quisiera cambiar el mar por el légamo. Mi prisa avanza a seis pasos tuyos por hora, a setenta y tres lunas mías por vida, a un suspiro tuyo por cada taquicardia mía. Voy hacia ti. Ayer surqué nueve pétalos y ochenta espinas. Te esperé bajo el naranjo, pero no llegaste. Avancé hasta la dracaena y no llegaste. Te esperé al final del remolino, pero no llegaste. Debajo del arco iris, tampoco llegaste. Y retomé la marcha que ya se hace eterna. Tú tienes la culpa por dejar este barquito anclado en el jardín. Tenía inscrito un “ven por mí” en el mástil. Por eso esta travesía.
Texto agregado el 23-04-2006, y leído por 265
visitantes. (6 votos)