Padre sin ti no puedo nada,
solo tu sabes cuál es mi destino,
armas el escenario y dejas que de mis pasos,
me regalas la conciencia como una cruz,
que me ata ante las tentaciones,
dame la fuerza para no perder mis convicciones
y seguir el camino abstracto que me has mandado.
Mi vida te la entrego al momento que la pidas
así como mi muerte,
ese derecho innato solo tu puedes contenerlo,
la venciste y trascendiste,
la historia no estaría completa sin tu nombre
y hay de aquel que no quiera verte.
Me siento especial y cerca de ti,
cuando estoy solo,
solo tu me haces feliz,
acepto lo que venga aunque acepto que soy débil
así como pequeño ante tu grandeza,
regálame ese don para hacer la diferencia.
Dios mío, Padre mío,
Dios de todos, Padre de todos,
santificado sea tu nombre,
no debería pedirte nada,
solamente agradecerte
el día a día por esta escuela,
por mi familia, amigos, desconocidos y enemigos si los tuviera,
pero Señor ya sabes que es lo que te pido,
empiezo desde hoy este compromiso,
renaciendo,
hoy vivo y quiero estar contigo.
Y líbrame de todo mal,
amén.
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