Por medio del espíritu el hombre mantiene contacto con el mundo espiritual y con el Espíritu de Dios, y por medio del cuerpo, mantiene contacto con el mundo material. En rigor en el alma se encuentra entre estos dos mundos perteneciendo a ambos. El espíritu no puede actuar directamente sobre el cuerpo, necesita un medio para ello, que es el alma.
El espíritu puede someter el cuerpo mediante el alma para que haga la voluntad de Dios y viva de acuerdo a su propósito, justicia, dirección, gozo, paz, amor, como también el cuerpo mediante el alma, puede atraer al espíritu a dejarse llevar por las corrientes de este mundo hasta su propia autodestrucción, injusticias, baja autoestima, culpa, el fariseísmo, mentiras, homosexualismo, lesbianismo, apatía, corrupción, confusión, tristeza que hunde, locura.
El alma es la sede de la personalidad, la voluntad, el intelecto y emociones del hombre están allí. Su alma va a discernir si debe permanecer entre el mundo espiritual y con el natural.