Nuestro descanso y liberación esta en mirar a Jesús, no a nosotros mismos. Descansamos en la obra ya establecida y terminada por el Señor y no en nuestra experiencia fluctuante.
La Creación
Cuando Dios creó al hombre, en la tierra no había nada plantado, todo era árido y seco, indómito, formo al hombre del polvo de la tierra, es decir, de la materia, al soplar de su nariz aliento de vida creó el espíritu que entró en el cuerpo de la persona y le dio vida, en ese instante tuvo origen el alma, que es la resultante entonces de la combinación del espíritu y el cuerpo.
El origen de la palabra vida es chay(hebreo), -“Yahvé Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de CHAY y fue el hombre un ser viviente.”(gn. 2;7)- y esto es aliento de vida en plural, esto puede explicar que al momento de soplar Dios aliento de vida creo una doble vida anímica y espiritual.
La fusión del espíritu y cuerpo como se señalé anteriormente se convierte en el alma, ahora esta representa la individualidad de cada ser, con esto se puede explicar, que no hay dos seres iguales en este mundo, ni nunca los habrá, por mucho que los avances científicos por medio de la manipulación de la genética intenten hacerlo, ya que podrían tener dominio eventualmente del cuerpo, no así del espíritu que no es manipulable, el cual es una creación única, y al fusionase con dos cuerpos iguales siempre generará dos almas distintas.
Somos únicos e irrepetibles. Cada persona es una creación exclusiva de Dios. Tú eres una obra maestra de Dios.
|