Desde la parte alta de la colina, la cual Juan no sabrá nunca si es su apartamento o si es un cementerio*, la ciudad se veía como una maqueta realizada por un mal estudiante diabólico, sádico, cruel y de un mal gusto espantoso: la maqueta se le antojó a Juan como rellena de mierda por dentro pero más o menos bien pintada por fuera en algunas partes. Sin embargo, la pintura no alcanza jamás para cubrir toda la mierda. Notó que todos los periódicos y toda la literatura y todos los modales de la ciudad no hacían más que resaltar la pintura, sin mencionar siquera que la pintura tenía como finalidad única cubrir la mierda. Todo lo que había sido construido para un propósito no servía para el propósito para el cual había sido construido; comenzando indudablemente por las instituciones, pasando por los parques, bancos, policías y acabando todo finalmente en el río Guaire - (una cultura tan ingenua que achaca todos estos males a los gobiernos y no al modo de ser de la misma cultura) -. Como si todo fuese una gigantesca mentira, una patraña cuya forma esconde un contenido que no es el mismo nombrado en la forma. “Sitios de enriquecimiento ilícito” por ejemplo, sería un nombre apropiado si hemos de nombrar a las cosas por su contenido. “Mataderos”, “Asesinatorios”, “Violatorios”, etc. Llamando a cada cosa por lo que sucede en ella, por su funcionamiento, nos hallaríamos en medio de un campo e concentración y de exterminio manejado por el relamimiento en el poder, por el gusto al dinero por el cual se accede a lujosos restaurantes y a prostitutas finas, y manejado por prejuicios y sumisiones raciales de toda índole.
* No siempre se está seguro de estar vivo. La palpitación del alma en el individuo se define por una relación entre el individuo y el entorno (hay ciegos que se creen sanos por dar nombres bonitos a las cosas feas, ciegos que consideran, por ejemplo que la literatura debe ser eufemismos agradables de la realidad y llaman arte a todo modo de evasión) ¿Se puede estar vivo teniendo el alma asfixiada? Se puede parecer estar vivo. Sin embargo, cuando el alma recobra al individuo le da a entender que éste es un fantasma. El alma es dueña de un tiempo superior en extensión a la extensión de tiempo del individuo y a la extensión del tiempo del entorno. ¿Qué significa esto? Que el alma es una fuerza, una potencia que se da a través del individuo y que posee afectación sobre el entorno en forma no constatable por los individuos mas sí por el alma de los individuos. Recordemos que el alma es potencia a la vez que sensibilidad; el alma, como potencia, es sensible a otras potencias, y como potencia el alma actúa, a través del individuo, según su propia potencia la cual sensibiliza a otras potencias – porque el alma es sensible (debo decir que en estos casos no actúa la conciencia del individuo) -, el individuo cuya alma le ha manifestado su propia potencia y el poder de su propia potencia, permite a su alma toda la libertad de la misma de actuar a través de sí, sin que el individuo obstaculice la labor de la misma, la cual se divierte una barbaridad modificando la frecuencia vibratoria energética del individuo al antojo de su potencia – A esa esclavitud se le conoce como “Vida Espiritual”, pero ante el esquema presentado en “La Ciudad” podemos inferir que, mientras tanto, no hay posibilidad de ningún otro tipo de vida… y es sólo por esto el que las almas se activen en protesta y resolución.
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Llamar a un Violatorio “Violatorio” y a un sitio de enriquecimiento ilícito por lo que es, es decir: llamar a cada cosa por su nombre y que este nombre se deba al contenido que la forma de otro nombre esconde, ya es un derecho ganado, porque implica la concientización de que debemos cambiar los contenidos, es decir: debemos cambiar los modos (porque el enemigo no es el gobierno, el enemigo es nuestra cultura). De manera tal que si realmente queremos que las cosas tengan nombres bonitos “Ministerio de Justicia” y cosas así, las cosas deben ser lo que dicen que son. Mientras no lo son las debemos llamar por lo que son. Pero el simple hecho de llamar a cada cosa por lo que es es un derecho por el que se lucha contra toda una cultura ciega de su propio modo y complaciente hasta que sea víctima de sí misma de manera descarada e inescondible.
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