Que crueldad, que castigo me has dejado, tu sonrisa
maldito mohín que me persigue por el mundo.
Mil sonrisas, mil personas en la ciudad mil comparaciones que tendré que hacer diariamente, es una terrible maldición tener mirar las bocas de las persona, me pierdo en ellas; trato de fijarme en sus ojos, sus orejas, sus cabellos, sin embargo mi mirar baja, forzadamente, a las bocas y me es inevitable comparar tu sonrisa con las de ellos.
Cruenta maldición me dejaste; te llevaste el living, el refrigerador, la cama, el perro, mis sueños y mi amor, pero por que, mal amada, me dejaste tu sonrisa. |